Una manera de que no lo tomen por sorpresa las crisis de imagen y comunicación es la previsión. Tomar recaudos para que todo vaya bien es la premisa de quienes hacen RRPP corporativas.
Si es factible que ocurra un error por las características mismas o la magnitud de la actividad que usted realiza, las estrategias trabajadas con anticipación lograrán evitar daños mayores, lo cual sirvá de mucho para salvar la reputación y la trayectoria de su institución.
Si están bien hechas, las relaciones públicas son la vía más segura -aunque trabajosa- para quienes se desempeñan en esta función. Quien hace RRPP pone en juego su nombre, su confianza y su credibilidad en nombre de la empresa u organismo para el cual trabaja, en cada interacción con los públicos objetivo.
La compañía, a través de la comunicación interpersonal constante con periodistas, empresarios, representantes del gobierno, religiones y ONGs, líderes de opinión, clientes/usuarios y todos aquellos que se vinculan directa o indirectamente con ella, se asegura el encause de la información en momentos claves, cuando alguna circunstancia interna o externa pone en peligro la estabilidad corporativa. También son importantes las RRPP internas, es decir, en el seno mismo de una organización.
Estar en todo momento junto a los públicos es el secreto para una buena relación en el “punto crítico”. La interacción constante permite, por sobre todo, pronosticar el clima interno y externo para saber cuándo puede haber mal tiempo que obligue a realizar esfuerzos adicionales.
Si usted quiere ser creible para la gente a la cual tendrá algún día que "convencer", cuente con un buen equipo de RRPP. Recuerde que una buena relación no se construye de un día para el otro, y que para recibir algo debe dar otra cosa a cambio. Los vínculos interpersonales no deben subestimarse, sino cultivarse con tiempo y dedicación.
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